Rafa, he manchado tus fotos, a modo de leche en el café, con versos que escribí no sé cuando, ni sé cómo. Solo sé que los he encontrado en olvidados cofres de cuando uno todavía se peinaba con raya enmedio y espero que no desvirtúen el viaje. "homo servum divitiarum est".

el vuelo es flácido,
como el agua
y el barro
y el olvido

Me duelen las ideas
y zozobran como un velero perdido
en la lejanía de las quimeras...
ladran todos los ángulos del engaño
De mi lejano hogar. Tan cercano
de mi pausado desvivir...
Grita el campo dos sonetos
de versos ensimismados.
de un solano de una tarde de verano
acurrucados en el parque de siempre
junto al álamo y las palomas de siempre
sueño muchas veces ese sueño. Demasiadas
ese beso arrancado como un furtivo
ese último café en el bar de tu barrio
rodeados de una legión de amigos aplaudiendo
coreando como un himno nuestros errores
y el recuerdo infame de la nada
de tus palabras disfrazadas de poesía...
lenguas lascivas de tabernas
donde huele a hombre
donde el vino de pitarra
arranca un saludo
una plática que no es de este mundo
un abrazo, un recuerdo
que nadie podrá apagar
porque el fuego de estos pueblos
de estas jaulas vacías
de estos canchos heridos por el viento
solo se apagan con versos
con besos y con sueños de otro tiempo...