domingo, 11 de enero de 2009

Versos recién pasados por la "pelu".

(He querido que cada verso se impregnara de su color. Cada flor, cada verso, cada palabra unida al color con el que nacen en la memoria. Espero que no os moleste. De todas formas, sabéis que los loros cambiamos asiduamente de plumaje, algo así como a modo de camaleones alados. Un abrazo, queridos amigos de viaje)


Hoy esperé a la musa


a una musa imposible de soñar


Y no vino





Esperé largo tiempo


En un rincón de este necio bar


De este bareto de necios enamorados...





Y no vino





Y el frío me hizo estremecer


Y me acurruqué junto al alféizar de sus ojos


De los que nunca aparecieron. O casi nunca





Por el ángulo de la ventana


De la ventana de todas las tardes. Y noches


Por donde se cuela el frío empapado en ginebra


Por donde hiere el frío que no hiere


Se amaban tres amantes


Y la luna golpeaba sus vergüenzas





Y mis ojos hicieron fotos. Jamás reveladas


Mojadas con un tul de anhelo y deseo







Pero la musa nunca apareció


Ni aquella noche ni muchas





Y la imaginé poseída por otros labios


Por cien besos extranjeros. Menos por el mío...


Y lo que quedaba de mi alma tembló








Como crepitan los corales


Recién infectados de menosprecio


En la rancia oscuridad de este lugar


De este reino de humo y vómito










Pero la luz del primer sol. Del más ladrón


Silbaba recién encarnadas canciones


Justo las que nadie quiere escuchar


Menos ella que siempre las bailaba


arrancándose los velos delante mío


De películas jamás estrenadas. Furtivas.





Ya venía la mañana con su pan bajo el brazo


hecho de niebla recién bombardeada


Y levadura del adalid de las resacas





Ya los fragores de un mundo. Mudo y ajeno


Igual que un batallón de soldados envenenados


Igual que un millón de fusiles como clítoris mutilados..


Restallaba entres mis olvidadas morriñas


Entre las carnes de mis huesos


Y los granos de mi infancia





Ya los insultos del mundo murmuraban


Cuentos sin lobo ni caperucita





Cuentos de periquito sin sarmiento


Y quien no levante el culo se le quedará pegado....





Ya la vida me avisa de que estoy muerto






En el ángulo oculto de este bar








Donde solo beso un frío cristal









Y me sumerjo en diatribas que me resultan ecos


Aprendidos dos mil segundos atrás





Y se mezclan con la borrachera de las luces







Y las palabras inciertas que nunca acaban










Y la musa nunca vino








Y mi musa no regresó jamás.

24 comentarios:

lisebe dijo...

Ay mi querido lorito!!!

Vaya época tan terrible ésta.

Gracias por dejar tu comentario en mi casita, estoy destrozada entre otras cosas por quedarme atrpada en el puente aereo el viernes en Madrid sin poder hacer el trabjo que iba a hacer y encima por agravar la gripe catarro o lo que sea hasta el punto de no poder ni hablar, me he quedado sin voz y con trabajo atrasado, así que desde aquí quiero que sepas que aprecio tus comentarios pero dado a la situación de salud, y de trabajo no voy a comentar en mi bloc, pero sí decirte que te visito asiduamente, para saber en que rama te has atrincherado, mi querido lorito.

Muchos besos

gamar dijo...

Bueno, no llegó la musa pero si la inspiración.
Muy buenos los versos.
Un abrazo desde muy lejos.

Anónimo dijo...

¡Cromático al 100%!
La espera de esa musa se convierte en partículas,en pigmentos cálidos,fríos,diversidad de colores que dan textura tus pensamientos que vuelan siempre mas allá de donde muchos pueden ver.Enhorabuena Loro,un placer seguir disfrutando de tus textos.
Un alado y fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Querido Loro, Mu sr. miu: yo no se, si ucté tiene contarto con argún sel de otro sitio; pero vaya tela marinera, lo que noc cuenta. De ahonde ha salio ucté, pa jacernos decfrutal de tanta elmusura. Que no pari de funsioná esa máquina de jacer inventos pa decpertal la modorra der letalgo al que ectamo sometio. Pol lo meno, la lus con la que ucté nog alumbra, nos jace vel, arguna clariá en ecte mundo tedioso y asuldo en el que nog ha tocao vivil. Mis felisitasione y quee ucté con Dió.

maracuyá dijo...

lorito...mira, a mí me contó mi amigo catalán que no vino porque "se fue de vacaciones". Pero así como él se quedó prendido del techo y de la joven en bici, tú tampoco la necesitas...tú te prendes del alféizar, de los amantes y nos regalas POESÍA. Ay, quien pudiera llevar la musa tan adentro y hacerla volar en su vuelo de loro...sólo vos. Ella está ahí, a tu lado y se esconde. Tiene miedo que ya no la necesites.
Besitos

un loro dijo...

Querida amiga, en este camino por el que vamos viviendo nuevas e interesantes vidas, algo así como "Cases sota la sorra" que ya escribió el talentoso Joaquim Carbó, también se suceden los avatares de difícil pronóstico... Digo esto porque hay que ver el mal pie, dicho esto con el rigor de la pedantería sitácida, o mala pata con la que he empezado el año. Y hablando de patas, de férulas y de "tronchos", me solidarizo plenamente contigo, en esa larga espera que tuviste que soportar el fatídico e inolvidable viernes pasado, que no era 13 ni le correspondía, pero casi, casi, por la intensidad del despropósito que no de la nevadita. Ya que " en peores plazas nos hemos visto".
Gracias por pasarte por la casita de este loro..., hoy algo desvencijado. Bueno, hoy y muchos días, muchos...
Molts petonets, Lisebe, desde la Comunidad "donde nunca pasa nada".

Anónimo dijo...

que maravilla poder leerte, como si me colase en el hueco de un sentimiento que quedó colgado quien sabe donde.
Que maravilla!

un loro dijo...

Hola Gamar, gracias por tu visita. EScribí este poema un día que quería escribir versos llenos de fasto y ni siquiera era capaz de bordar una maldita silva. En aquella época graznaba por Plácido Domingo y me salían píos de Santiago Segura; que desde que le escuché cantar Bosanova, la vida de este docto arte ya dejó de interesarme para siempre jamás.
Hoy el poema ha aparecido bastante cambiado, retocado, como recién pasado por la peluquería como reza el titulo de la entrada.
Un abrazo desde la ciudad "donde nunca pasa nada".

un loro dijo...

Mochuelo. Hermano pájaro y amigo. Lo de pájaro no te lo tomes a mal que sabes que esa característica nos es inherente por naturaleza.
¿Qué tengo que decirte, que no sepas? Poca cosa. Posiblemente te sorprendieron estos versillos porque no los conocías. Tú sabes perfectamente que arte de hilvanar sea lo que sea, se trata de un 90% transpiración (No, por supuesto, como la del macho Camacho) y un 10% inspiración. Lo que hace diferente, por muy mal que escribas, por muchas faltas que cometas y muchas puntuaciones que te sobrepasen, a un artista es ese 10%, esa fugaz musa, a la que le hemos puesto nombre y alma de mujer sin saber poqué o sabiéndolo pero callándolo, que viene y va y desaparece y te martiriza con besos lejanos que nunca mojarán tus labios.
Un abrazo. Nos vemos, posados en las ramas que esperan los primeros brotes de vida.

un loro dijo...

Hola Farfótaras. Permítame que le de les gracias nuevamente por sus inmerecidos comentarios a estos modestos versos. Y permítame que se los de en la lengua de Cervantes, por ser ésta en la que más yerro y rara vez acierto. Y por no poder ni por asomo dar réplica a su excelente texto construído con los mimbres de Chamizo y otros muchos que pasaron inadvertidos en la tierra propiedad de unos cuantos...
Quede usted con Dios buen amigo.

un loro dijo...

Hola mi buena amiga Mara y Cuyá. Solo decirte que se me ha quebrado un poco el ala izquierda (espero que no se sienta celosa la derecha, por aquello de los politiqueos entre alas, jejejejeje) por, como bien reza la canción, querer volar como gavilán lo que no sé volar ni como gorrioncillo.
Me paso raudo y veloz por tu casita para disfrutar con todo lo que escribes, expresas y muestras. Gracias y besines desde la ciudad "donde rara vez pasa algo".

un loro dijo...

Me siento muy agradecido por el comentario de la persona que expresa lo que expresa al leer estas estrofas. Todo el que escribe algo, sea lo que sea, sabe que cuando alguien se entretiene, disfruta y se sumerje en un mundo por tí creado; es a lo máximo que puede llegar, al paroxismo de sentir que unos cuantos renglones son, a su vez, ampliados y matizados por los lectores. Con esa intención se hace y por doble motivo agradezco tus palabras.
En este pequeño pisito te espero siempre que tengas un minuto de tu tiempo: ¡Hasta la vista!

Juan Duque Oliva dijo...

Si lo creaste es porque en alguna parte lo has vivido o lo has sentido así, somos muchos los que nos hemos quedado perdidos en algún bar, Esperando a Godot pero tu los has dicho con unos versos justos y con su justo color.

Un abrazo loro, se te quiere

un loro dijo...

Godot, el que nunca aparecía aunque te mordías las uñas por saber quién era, cómo era su rostro... ¡En qué se diferencia de la musa, de las musas, de los seres intangibles que nos velan día y noche y en los caminos!
Afortunado el que algún día pueda ver sus labios y rozar la piel de sus manos. Afortunado el que pueda mirar sus ojos y bajar la cabeza avergonzado.
Un abrazo querido amigo. No vamos a parar nunca de buscar.

Juan Duque Oliva dijo...

Eres grande, inmensamente grande.

Anónimo dijo...

LA NACENCIA.Bruñó los recios nubarrones pardos
la luz del sol que s´agachó en un cerro,
y las artas cogollas de los árboles
d´un coló de naranjas se tiñeron.

A bocanás el aire nos traía
los ruídos d´alla lejos
y el toque d´oración de las campanas
de l´iglesia del pueblo.

Ibamos dambos juntos, en la burra,
por el camino nuevo,
mi mujé mu malita,
suspirando y gimiendo.

Bandás de gorriatos montesinos
volaban, chirriando por el cielo,
y volaban pál sol qu´en los canchales
daba relumbres d´espejuelos.

Los grillos y las ranas
cantaban a lo lejos,
y cantaban tamién los colorines
sobre las jaras y los brezos,
y roändo, roändo, de las sierras
llegaba el dolondón de los cencerros.

¡Qué tarde más bonita!
Qu´anochecer más güeno!
¡Qué tarde más alegre
si juéramos contentos!...
- No pué ser más- me ijo- vaite, vaite
con la burra pal pueblo,
y güervete de prisa con la agüela,
la comadre o el méico...

Y bajó de la burra poco a poco,
s´arrellenó en el suelo,
juntó las manos y miró p´arriba,
pa los bruñios nubarrones recios.

¡Dirme, dejagla sola,
dejagla yo a ella sola com´un perro,
en metá de la jesa,
una legua del pueblo...
eso no! De la rama
d´arriba d´un guapero,
con sus ojos roendos
nos miraba un mochuelo,
un mochuelo con ojos vedriaos
como los ojos de los muertos...
¡No tengo juerzas pa dejagla sola;
pero yo de qué sirvo si me queo!

La burra, que rroía los tomillos
floridos del lindero
carcaba las moscas con el rabo;
y dejaba el careo,
levantaba el jocico, me miraba
y seguía royendo.
¡Qué pensará la burra
si es que tienen las burras pensamientos!

Me juí junt´a mi Juana,
me jinqué de roillas en el suelo,
jice por recordá las oraciones
que m´enseñaron cuando nuevo.
No tenía pacencia
p´hacé memoria de los rezos...
¡Quién podrá socorrregla si me voy!
¡Quién va po la comadre si me queo!

Aturdio del tó gorví los ojos
pa los ojos reondos del mochuelo;
y aquellos ojos verdes,
tan grandes, tan abiertos,
qu´otras veces a mí me dieron risa,
hora me daban mieo.
¡Qué mirarán tan fijos
los ojos del mochuelo!

No cantaban las ranas,
los grillos no cantaban a lo lejos,
las bocanás del aire s´aplacaron,
s´asomaron la luna y el lucero,
no llegaba, roändo, de las sierras
el dolondón de los cencerros...
¡Daba tanta quietú mucha congoja!
¡Daba yo no sé qué tanto silencio!

M´arrimé más pa ella;
l´abrasaba el aliento,
le temblaban las manos,
tiritaba su cuerpo...
y a la lus de la luna eran sus ojos
más grandes y más negros.

Yo sentí que los míos chorreaban
lagrimones de fuego.
Uno cayó roändo,
y, prendío d´un pelo,
en metá de su frente
se queó reluciendo.
¡Que bonita y que güena,
quién pudiera sé méico!

Señó, tú que lo sabes
lo ucho que la quiero.
Tú que sabes qu´estamos bien casaos,
Señó, tú qu´eres güeno;
tú que jaces que broten las simientes
qu´echamos en el suelo;
tú que jaces que granen las espigas,
cuando llega su tiempo;
tú que jaces que paran las ovejas,
sin comadres, ni méicos...
¿por qué, Señó, se va morí mi Juana,
con lo que yo la quiero,
siendo yo tan honrao
y siendo tú tan güeno?...

¡Ay! qué noche más larga
de tanto sufrimiento;
¡qué cosas pasarían
que decilas no pueo!
Jizo Dios un milagro;
¡no podía por menos!

II
toito lleno de tierra
le levanté del suelo,
le miré mu despacio, mu despacio,
con una miaja de respeto.
Era un hijo, ¡mi hijo!,
hijo dambos, hijo nuestro...
Ella me le pedía
con los brazos abiertos,
¡Qué bonita qu´estaba
llorando y sonriyendo!

Venía clareando;
s´oían a lo lejos
las risotás de los pastores
y el dolondón de los cencerros.
Besé a la madre y le quité mi hijo;
salí con él corriendo,
y en un regacho d´agua clara
le lavé tó su cuerpo.
Me sentí más honrao,
más cristiano, más güeno,
bautizando a mi hijo como el cura
bautiza los muchachos en el pueblo.

Tié que ser campusino,
tié que ser de los nuestros,
que por algo nació baj´una encina
del camino nuevo.

Icen que la nacencia es una cosa
que miran los señores en el pueblo;
pos pa mí que mi hijo
la tié mejor que ellos,
que Dios jizo en presona con mi Juana
de comadre y de méico.

Asina que nació besó la tierra,
que, agraecía, se pegó a su cuerpo;
y jue la mesma luna
quien le pagó aquel beso...
¡Qué saben d´estas cosas
los señores aquellos!

Dos salimos del chozo,
tres golvimos al pueblo.
Jizo dios un milagro en el camino;
¡no podía por menos!
Es gúeno recreal la moorra con ectag cosa que nog narra el güeno de chamizo.
Quee ucté con Dió.

un loro dijo...

Querido amigo Luz de gas. Sin duda, eres uno de los causantes de que le haya cogido gusto a este mundo del blog, hasta el punto de esperar el nuevo post de cualquiera de vosotros para respirar y sentirme vivo en una dimensión muy distinta a la de la, algunas veces, zafia rutina.
¡Gracias!

un loro dijo...

Farfótaras, me ha sorprendido usted con este bello poema del gran Chamizo. Es una lástima que en Extremadura no hubiera existido algún "Pompeu Fabra" capaz de dar forma a una lengua tan bella y musical como el castúo. Lamentablemente las lenguas que perviven van ineludiblemente unidas a un movimiento socio-político reivindicativo, y Extremadura, igual que Andalucía, han renunciado tácitamente a autoafirmarse delante de sus regiones vecinas y España; mirándose continuamente el ombligo y siendo incapaz de deshacerse del estigma de la dehesa y el solaz para unos cuantos señoritos de Madrid.
Un saludo

Anónimo dijo...

Un pueblo y su comarca digno de admirar. /www.villuercas.net/BERZOCANA/

un loro dijo...

EStimado amig@, supongo que serás de Berzocana. He entrado en la página que me indicas; y me ha sorprendido la gran variedad de fotos que ofrecéis. ¡Son preciosas! ¡Qué abanico cromático y de paisajes tenéis en vuestra comarca!
Una parte de mi primera novela(y afortunadamente, última, por el tiempo y los sofocos que me llevó parirla hace ocho años más o menos) se desarrolló entre Berzocana, Garciaz, Logrosán, Cañamero y Guadalupe. Un triángulo de naturaleza viva que jamás puedes ni debes olvidar desde que pisas su tierra, caminas por sus veredas empinadas y te impregnas de sus aromas y, también, de su misterio escondido.
Visitaré con mucho gusto vuestra página. Gracias por invitarme
Un saludo

Anónimo dijo...

Señol Loro,he sio yo er que la puegto esa maravilla de terruño, paque derfrute ucté delencanto de ecta güena tierra.
Le saluo mu cortécmente.
quee ucté con Dió.
Su amigo farfótaras.

Anónimo dijo...

Creo que la musa siempre está contigo o al menos si la viste en ése día, pero la ocurrencia de poner los versos en distintos colores hace algo dificultosa la lectura, sobretodo del amarillo, te recomiendo que no lo hagas más, resulta agotador.
Me gusta leerte.

un loro dijo...

Querido amigo o amiga. REalicé este experimento con estos versos para ver qué tal quedaban coloreados, porque coloreados nacían de mis adentros. Estoy de acuerdo contigo en que, quizás, hay colores demasiado chillones, igual que los loros, entre los que me incluyo. Creo que voy a hacer caso a tu sugerencia y buscaré otras fórmulas para exponer los próximos poemas vestidos con otros ropajes.
Gracias por leerme. Quedo muy agradecido.
Un saludo

Silvia_D dijo...

Los colores de los sentimientos... Deseo que tu espera sea dulce.

Ando buscando motivos para "volver" mientras despejo los grises de mi alma y las brumas de mi cabeza.
Encantada de haberte recibido en mi casa y gracias por tus palabras.

Besos, niño